Mensaje anónimo: indicio de trata de blancas?

Una solitaria estación de servicio al costado de la ruta 38 en la localidad de Villa Soto, noroeste de la provincia de Córdoba, puede esconder el dato necesario para dar con una red de trata de personas. Un mensaje escrito con marcador o delineador negro en la puerta de uno de los baños sería la clave.


“Estoy viva. Me llevan a La Rioja”. El escueto mensaje en letra imprenta apareció en la puerta del baño de damas de la estación de servicio. Otra clienta del lugar la vió y le sacó una foto para enviarla al diario La Voz de esa provincia desde donde la remitieron a la justicia. El grafiti, que no tiene ni firma ni fecha, se repite y retransmite en las redes sociales para intentar que alguien reconozca la letra y así se pueda saber a quien pertenece.

El fiscal subrogante de Cruz del Eje, Martín Bertone, enterado del mensaje, ordenó que policías fueran a constatar al lugar su existencia. Cuando los uniformados comprobaron que existía, la orden del fiscal fue clara: llevar la puerta para someterla a distintas pericias, para constatar cuando y como fue escrito. Según publicó el diario La Voz del Interior, el fiscal reconoció que no tiene bajo investigación ningún caso de averiguación de paradero ni secuestro.

“El grafiti, según dijo una empleada de limpieza de la estación de servicio, apareció escrito hace unos 15 días. Ahora hay que comprobar si es verídico o es una broma de mal gusto”, indicó el jefe de la Departamental Cruz del Eje de Policía, Comisario Mayot Rubén Cáceres, quien confirmó que la puerta fue secuestrada para pericias.

La estación de servicio YPF está ubicada a la vera de la ruta nacional 38 de Villa del Soto. La población es paso obligado para quienes viajan hacia La Rioja ya que el límite interprovincial está a 60 kilómetros.

Según ONG dedicadas al estudio de la trata de personas, La Rioja ocupa un lugar destacado en el complejo entramado del tráfico de mujeres para la explotación sexual en prostíbulos y whiskerías del país. Incluso, La Rioja fue uno de los primeros destinos que tuvo Marita Verón, tras ser secuestrada en Tucumán en 2002 y quien nunca apareció.