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domingo, 28 de agosto de 2011

LOS PRINCIPIOS DE GOEBBLES APLICADOS POR LOS PAISES COMUNISTAS



Josef Goebbles (29 de octu­bre de 18971 de mayo de 1945) fue el minis­tro de pro­pa­ganda del gobierno de Adolf Hitler (en ale­mán Pro­pa­gan­da-­mi­nis­te­rium) en la Ale­ma­nia Nazi. Fue una figura clave del régi­men, cono­cido por sus dotes retó­ri­cas, y su capa­ci­dad de convencimiento.
Este enfermo desarrolló estos principios para que el régimen racista y de extrema derecha de Hitler pudiera convertir a toda la república alemana en un país de asesinos seriales.
Lo más irónico es que más de 50 años después, los que utilizan sus principios  son los regímenes comunistas fanáticos de algunas naciones retrógradas que aún quedan en nuestro planeta. ¡Los COMUNISTAS aplican principios NAZIS!
Estos son los PRINCIPIOS DE GOEBBLES y su aplicación actual:

1. Prin­ci­pio de sim­pli­fi­ca­ción y del enemigo único. Adop­tar una única idea, un único Sím­bolo; Indi­vi­dua­li­zar al adver­sa­rio en un único enemigo (Los Estados Unidos son SIEMPRE el enemigo escogido de estos países, enemigos de la "revolución")
2. Prin­ci­pio del método de con­ta­gio. Reunir diver­sos adver­sa­rios en una sola cate­go­ría o indi­vi­duo; Los adver­sa­rios han de cons­ti­tuirse en suma individualizada. (Capitalistas, burgueses, traidores)
3. Prin­ci­pio de la trans­po­si­ción. Car­gar sobre el adver­sa­rio los pro­pios erro­res o defec­tos, res­pon­diendo el ata­que con el ata­que. “Si no pue­des negar las malas noti­cias, inventa otras que las distraigan”. (No es su culpa si nada funciona en el país, es sabotaje de los opositores)
4. Prin­ci­pio de la exa­ge­ra­ción y des­fi­gu­ra­ción. Con­ver­tir cual­quier anéc­dota, por pequeña que sea, en ame­naza grave. (Cualquier crítica se convierte en amenaza contra-revolucionaria, traición y magnicidio)
5. Prin­ci­pio de la vul­ga­ri­za­ción. “Toda pro­pa­ganda debe ser popu­lar, adap­tando su nivel al menos inte­li­gente de los indi­vi­duos a los que va diri­gida. Cuanto más grande sea la masa a con­ven­cer, más pequeño ha de ser el esfuerzo men­tal a rea­li­zar. La capa­ci­dad recep­tiva de las masas es limi­tada y su com­pren­sión escasa; ade­más, tie­nen gran faci­li­dad para olvidar”. (Se puede aseverar algo hoy y decir exactamente lo contrario mañana, sin ningún problema)
6. Prin­ci­pio de orques­ta­ción. “La pro­pa­ganda debe limi­tarse a un número pequeño de ideas y repe­tir­las incan­sa­ble­mente, pre­sen­ta­das una y otra vez desde dife­ren­tes pers­pec­ti­vas pero siem­pre con­ver­giendo sobre el mismo con­cepto. Sin fisu­ras ni dudas”. De aquí viene tam­bién la famosa frase: “Si una men­tira se repite sufi­cien­te­mente, acaba por con­ver­tirse en verdad”. (El comunismo "revolucionario" es la única salvación del pueblo oprimido y explotado)
7. Prin­ci­pio de reno­va­ción. Hay que emi­tir cons­tan­te­mente infor­ma­cio­nes y argu­men­tos nue­vos a un ritmo tal que cuando el adver­sa­rio res­ponda el público esté ya intere­sado en otra cosa. Las res­pues­tas del adver­sa­rio nunca han de poder con­tra­rres­tar el nivel cre­ciente de acusaciones. (Cualquier conflicto de otros países se interpreta como prueba irrefutable de que es culpa de los Estados Unidos)
8. Prin­ci­pio de la vero­si­mi­li­tud. Cons­truir argu­men­tos a par­tir de fuen­tes diver­sas, a tra­vés de los lla­ma­dos glo­bos son­das o de infor­ma­cio­nes fragmentarias. (A todo "logro", por insignificante que sea, se le da un significado especial comunista y salvador: bien sea donar libros, inaugurar supermercados, ayudar ancianos... lo que sea)
9. Prin­ci­pio de la silen­cia­ción. Aca­llar sobre las cues­tio­nes sobre las que no se tie­nen argu­men­tos y disi­mu­lar las noti­cias que favo­re­cen el adver­sa­rio, tam­bién con­tra-­pro­gra­mando con la ayuda de medios de comu­ni­ca­ción afines. (Cerrar medios de comunicación contrarios a la "revolución" y dar libertad total a los medios simpatizantes)
10. Prin­ci­pio de la trans­fu­sión. Por regla gene­ral la pro­pa­ganda opera siem­pre a par­tir de un sus­trato pre­exis­tente, ya sea una mito­lo­gía nacio­nal o un com­plejo de odios y pre­jui­cios tra­di­cio­na­les; se trata de difun­dir argu­men­tos que pue­dan arrai­gar en acti­tu­des primitivas. (Las diferencias sociales son una fuente inagotable de odio para los más bajos estratos de cualquier país)
11. Prin­ci­pio de la una­ni­mi­dad. Lle­gar a con­ven­cer a mucha gente de que se piensa “como todo el mundo”, creando una impre­sión de unanimidad. (Los opositores son una minoría privilegiada y parásita que solo quieren destruir a la revolución)

Varias fuentes: wikipedia, taringa, dogguie, y otras

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