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lunes, 20 de junio de 2011

Panamá: lucha sin cuartel por salvar anfibios de un hongo letal

Anfibio Hyloscirtus colymba siendo alimentado en el Centro de Rescate de Anfibios en Panamá. Foto: gentileza Rhett A. Butler
Algunos anfibios enfermos o débiles son alimentados a mano en el Proyecto de Rescate de Panamá. Foto: gentileza Rhett A. Butler
Uno por uno, en una tarea paciente y titánica, anfibios vulnerables son recolectados, colocados en cuarentena e incluso alimentados a mano por expertos en suelo panameño.
La iniciativa, conocida como Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá, busca mantener poblaciones en cautiverio para repoblar áreas en el futuro ante una amenaza implacable: el avance de una enfermedad de la piel causada por un hongo que está diezmando a estos vertebrados.
Bebés de Atelopus Certus Foto: gentileza Rhett A. Butler
Ranitas de Atelopus Certus, producto del programa de reproducción en cautiverio. Foto: gentileza Rhett A. Butler
Los anfibios están muriendo a niveles jamás vistos antes y al hongo se suman otras muchas amenazas: destrucción de hábitat, cambio climático, pesticidas.
Se estima que más de 200 especies han desaparecido y un tercio de las más de 6.500 especies conocidas a nivel global están en riesgo de extinción.
Especies nuevas están desapareciendo incluso antes de tener un nombre científico.

Cuarentena

Los anfibios tienen una piel altamente permeable y por eso funcionan como verdaderos indicadores de la salud de un ecosistema.
Están siendo afectados por Chytridiomycosis, una enfermedad de la piel causada por el hongo quitridio (Batrachochytrium dendrobatidis). "Las zoosporas de este hongo invaden la piel de los anfibios. Éstas se mueven en el agua y superficies mojadas", explicó a BBC Mundo el Dr. Roberto Ibáñez, del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales en Panamá y uno de los directores del Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios en el país centroamericano.
Dr. Roberto Ibañez Foto: César Jaramillo
"Salvar a un anfibo es como salvar dos especies". El Dr. Roberto Ibáñez es uno de los drectores del centro en Panamá. Foto: César Jaramillo
El hongo se ha ido dispersando desde el oeste hacie el este del país. "También se encuentra en Colombia, pero no sabemos si su trayectoria de dispersión se dirige a Panamá".
Los anfibios recolectados se tratan con una solución de un medicamento antimicótico de manera preventiva y luego se mantienen en cuarentena por 30-40 días.
"Durante este período se verifica que los individuos no están enfermos. Se les alimenta con grillos y moscas de fruta vivas. Solamente se alimenta a mano a los individuos que están enfermos o muy débiles para alimentarse por sí mismos, pero usualmente éstos son una minoría", explicó a BBC Mundo el Dr. Ibáñez.
El Proyecto de Rescate inició un programa de reproducción en cautiverio. "Dos parejas de la rama Atelopus certus pusieron masas de huevos, de las cuales salieron cientos de renacuajos. Actualmente tenemos tanques repletos con estas ranitas".
Los científicos del centro panameño también están buscando una cura a base de probióticos. "En la piel de algunos anfibios se encuentran bacterias que producen sustancias antimicóticas. Actualmente, se realizan ensayos en laboratorio para determinar si estas bacterias podrían darle cierta protección a los anfibios de Panamá".

Desinfectar botas y equipos

El centro panameño tiene pasantes y voluntarios, que están siendo capacitados en el manejo de especies de anfibios en cautiverio "para lo cual no existe personal entrenado en Panamá", señala el Dr. Ibáñez.
Anfibio siendo examinado en el Centro de Rescate en Panamá Foto: gentileza Rhett A. Butler
Los anfibios recolectados permanecen en cuartena durante 30-40 días. Foto: gentileza Rhett A. Butler
Los turistas y operadores en este sector también pueden colaborar. "Al menos pueden lavar su ropa y desinfectar sus botas y equipos, cuando se mueven de un sitio a otro. El hongo puede sobrevivir cierto tiempo en superficies húmedas y a temperatura templada".
"Así que cuando se viaja de un sitio a otro con botas mojadas y enlodadas en un vehículo con aire acondicionado, éste puede ser un medio de transporte, aunque el hongo puede estarse dispersando de otras formas que no conocemos”.
Se estima que al menos dos especies ya han desaparecido debido al hongo en las tierras altas del oeste de Panamá (Atelopus chiriquiensis y Oophaga speciosa). Pero es probable que existan otras más.

"Salvar un anfibio es salvar dos especies"

Lo que está en juego va mucho más allá de salvar solamente a los anfibios, dijo a BBC Mundo el Dr. Ibañez.
Atelopus certus Foto: gentileza Rhett A. Butler
Ranita Atelopus certus. Un tercio de los anfibios a nivel global está en peligro de extinción. Foto: gentileza Rhett A. Butler
"Los anfibios son un componente importante de las redes alimentarias de los ecosistemas, son depredadores de muchos invertebrados, incluyendo insectos, y también son alimento para otros animales".
Muchas especies de anfibios viven una parte de su vida en el agua, como renacuajos o larvas, y otra parte en tierra, como juveniles y adultos, en ambientes totalmente distintos. Por eso, cuando una de estas especies desaparece, se afectan dos sistemas ecológicos, por lo que algunos dicen que salvar a un anfibio es como salvar dos especies".

Fuente: BBCMundo

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