Anthony Miranda se dispuso a robar a mano armada a Justin, un experto y campeón de artes marciales mixtas que fue capaz de desarmar al ladrón hasta que llegó la policía.
Durante la lucha, Miranda disparó accidentalmente su arma dándose un tiro en el tobillo. La policía llegó y lo encontró con una cara llena de cortes y dos ojos negros.
Justin dijo Miranda originalmente se le acercó y le preguntó si tenía un encendedor. Justin respondió que no fuma. Fue entonces cuando Miranda sacó un arma y la empujó contra el costado de su cabeza.
"Me pidió mi billetera, mi teléfono y mis llaves", explicó Justin. "Yo le dije que no tienen una billetera, sólo dinero en efectivo y me maldijo".
Justin entregó los 30 dólares en efectivo que había metido en un portavasos de su carro, pero Miranda no estaba satisfecho.
Fue entonces cuando Miranda le ordenó salir del carro.
El ladrón le puso la pistola en el pecho y en ese punto Justin estaba bastante seguro de que iba a recibir un balazo.
"No tenía miedo porque estoy entrenado", explicó Justin. Fue entonces que hizo la repentina maniobra que desarmó a su atacante.
Justin dijo: "Me estaba pidiendo que lo dejara ir. Dijo que tiene un bebé". Mantuvo a su atacante atrapado por el cuello hasta que llegó la policía.
Preguntado acerca de su formación, Justin ofreció sólo vagas insinuaciones: "Rescate de rehenes, ex militar y formación de alto riesgo".
Vía 38share0
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